Es normal no estar de acuerdo
La realidad es que pocas personas tienen conversaciones profundas acerca de qué opinan sobre temas como la religión, la mesada, la cama familiar o los postres antes de cenar ANTES de tener hijos. Además, la manera en que nos criaron nunca se revela por completo hasta que comenzamos a pensar en nuestros propios hijos. Estas diferencias, también conocidas como diferencias inherentes, no tienen mucho espacio en nuestras vidas antes de que de verdad nos enfrentemos a la crianza infantil. Por lo tanto, aunque puede sorprenderle lo mucho que usted y su pareja están en desacuerdo, no debe preocuparse. La mayoría de las parejas tienen ideales muy diferentes sobre la paternidad en los meses anteriores al nacimiento del bebé.