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A menudo contemplaba cómo sería mi vida como padre. Mis preguntas incluían:
Puede mantenerse firme y decir que seguirá haciendo tiempo para las noches de salida con sus compañeros, tomar unos tragos rápidos después del trabajo o la salida ocasional de fin de semana. Lo que no puede anticipar son los cambios en su propia mentalidad después de la paternidad.
La culpa. Ya es suficientemente malo que apenas vea a mi hijo durante la semana laboral como para también perderme la hora de ir a dormir por hacer una salida nocturna con la pandilla despreocupada con la que una vez disfruté. Mis noches siempre terminarían con una nota sombría si encontrara a mi pequeño ya dormido cuando regreso a casa.
En resumen, es posible que no haya perdido amigos desde que me convertí en padre, pero he perdido contacto con muchos. Las interacciones son menos frecuentes ahora, al igual que las salidas. En especial con aquellos donde nuestros caminos ya no están alineados. Se siente similar a terminar la escuela secundaria, momento en que uno comienza a evolucionar como persona. Lo mismo sucede en este caso, es una progresión natural, pero no significa que esté “perdiéndose de algo”.
Si mi pareja y mi hijo no son los factores que me impiden pasar tiempo con mis compañeros, entonces los síntomas del agotamiento temprano por la paternidad son los responsables. Viendo el lado positivo, ahora disfruto la compañía de otros amigos con hijos.
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