Puede ser difícil conseguir un aspecto de afeitado al ras: cortes y rasguños, irritación debido al afeitado, la amenaza siempre presente de los vellos encarnados. Sin embargo, si se realiza correctamente, un afeitado al ras no debe generar irritación en la piel. ¿La recompensa? Un aspecto impecable que te sirve para todas las ocasiones.
Antes de comenzar, expliquemos el objetivo. Un afeitado al ras equivale a no tener barba ni barba incipiente: un afeitado suave y al ras que permite que tu apariencia impecable hable por sí sola. ¿Estás listo? Aquí te presentamos cómo conseguir un afeitado al ras en cuestión de minutos.
Asegúrate de disponer de todo lo necesario la noche anterior, a fin de que no tengas excusas para no hacerlo al día siguiente. Carga la afeitadora si es necesario y asegúrate de tener al alcance la crema de afeitado (si vas a realizar un afeitado en húmedo), la loción para después del afeitado y la loción humectante.
Ahora te toca decidir, ¿te afeitarás en seco o húmedo? Con una afeitadora, el afeitado en seco es más cómodo para la piel y tendrás menos probabilidades de generar cortes y rasguños. El afeitado en húmedo, en cambio, es refrescante y suave, siempre y cuando recuerdes aplicar la espuma de afeitado. Decídete. No des muchas vueltas por el baño mirando fijamente tu propio reflejo y contemplando el significado de la vida. En seco o húmedo. Lanza una moneda.
Lava y enjuaga tu rostro para que esté realmente limpio antes de utilizar la afeitadora. No quieres que una capa de suciedad y sudor bloquee los poros de tu piel. Pero no te des una ducha con agua caliente primero, porque, de lo contrario, tu piel quedará acalorada, hinchada, sudorosa e imposible de afeitar. En cualquier caso, asegúrate de que tu piel esté seca antes de continuar con el siguiente paso.
Primero, recorta todos los vellos largos con un recortador. Para obtener un afeitado al ras en húmedo (incluso en la ducha), aplica un poco de gel o espuma de afeitado. Ahora estás listo para la acción. Comienza a afeitarte con movimientos circulares. En la primera pasada, ve en la dirección del vello (es decir, aféitate en la dirección en la que crece el vello) y, luego, ve a contrapelo para conseguir un afeitado al ras. Si tu piel es particularmente sensible, solo hazlo en la dirección de crecimiento del vello.
Recuerda: Estira con firmeza tu piel, con la mano que te queda libre, a fin de que el afeitado sea más sencillo para las cuchillas de la afeitadora, pero no lo hagas en exceso. No debes aplicar un exceso de presión para conseguir un afeitado al ras, así que no presiones la afeitadora demasiado fuerte contra tu piel. Cada 10 o 15 segundos, enjuaga el cabezal de la afeitadora, incluso si estás realizando un afeitado en seco; esto permite eliminar la piel muerta, los vellos y la suciedad que se interpongan en el camino.
Ahora, para el proceso de recuperación después del afeitado: moja tu rostro con agua tibia, sécalo con cuidado y aplica una loción humectante o loción para después del afeitado, según sea necesario. Enjuaga el cabezal de la afeitadora y déjalo secar al aire libre antes de colocar la tapa de la afeitadora.
Eso es todo. Sigue estos cinco pasos y puedes salir de casa con el afeitado más al ras que puedes conseguir. Además, en los días en los que la rutina no lo permite, siempre puedes optar por conseguir una perfecta barba incipiente. Descubre cómo dominarla acá.
You are about to visit a Philips global content page
Continue