Conceptos básicos de la lactancia materna:
una guía de supervivencia para madres primerizas
Seamos sinceros. Si hablamos de lactancia materna, los consejos nunca se quedan cortos. Esta guía se ha diseñado para enseñarle los aspectos básicos y es suficiente para ayudarle a dar el pecho con confianza y encontrar su método ideal.
Todos esos consejos que le dio su enfermera de maternidad acabarán por olvidarse cuando se enfrente a la lactancia materna. Aquí tiene un resumen de las posturas más populares:
Sujeción contra el pecho
Sujete al bebé en la curva del brazo con la cabeza y el cuerpo hacia usted. A veces a las madres les resulta más fácil colocar una almohada debajo del bebé.
Sujeción bajo del brazo
Siéntese con el bebé metido bajo el brazo, con los pies hacia su espalda y la cabeza apoyada en su mano.
Tumbado junto a usted
Esta posición es buena para las madres que se han sometido a una cesárea, porque el bebé puede alimentarse sin apoyar el peso sobre su barriga. Túmbese de lado con el bebé tumbado junto a usted.
Si nota, escucha o ve que el bebé no se ha enganchado correctamente, ponga suavemente un dedo en la comisura de su boca y retírelo del pecho cuando vea que abre la boca. Si lo hace pronto evitará daños en los pezones. Reflejo de bajada
Conseguir que el bebé se enganche al pecho
Encontrar la forma de que el bebé se enganche bien es como encontrar las llaves del universo de la lactancia materna. Aquí tiene algunos consejos para empezar:
El reflejo de bajada es el momento en el que se produce la magia. Al succionar del pecho, el bebé activa la liberación de una hormona llamada oxitocina en su organismo. También se conoce como hormona de la felicidad, pero en este caso también hace que las glándulas mamarias se contraigan y expulsen la leche. Muchas mujeres notan una ligera sensación de tirón en el pecho o perciben si la succión del bebé se hace más lenta.
Es mejor dejar que el bebé se alimente siempre que quiera para establecer una producción de leche saludable y adaptarse a sus necesidades. De media, los bebés se alimentan entre 8 y 12 veces al día durante los primeros meses, aunque algunos lo hacen con mayor frecuencia o solo 6 veces al día.*
Una vez establecido el ritmo, observará que es probable que la frecuencia y la duración disminuyan. Ambos se irán acostumbrando a la lactancia y el bebé podrá beber más leche en cada toma. Una advertencia: no se sorprenda si el patrón cambia de repente. De hecho, debe esperar que lo haga. La aceleración del crecimiento, la ansiedad por la separación, la dentición o un simple cambio de rutina son motivos muy habituales por los que su bebé puede alimentarse más o menos de lo normal.
Es bueno compartir si hablamos de lactancia materna. Al igual que alimentar al bebé con frecuencia hará que la producción de leche sea más abundante y estable, también lo hará el hecho de dar los dos pechos. También es una buena garantía en caso de que tenga problemas en un pecho. La mejor forma de cambiar de pecho de forma regular es llevar un registro de las tomas y alternar el pecho que ofrece primero. Deje que el bebé vacíe el primer pecho antes de ofrecerle el otro y no se preocupe demasiado si decide que ya está saciado con un solo pecho. Algunos bebés solo necesitan un pecho, mientras que otros toman siempre los dos.
1. Sujete al bebé sobre su hombro y frótele suavemente la espalda. 2. Siente al bebé en su regazo, inclinado ligeramente hacia delante. Ponga una mano bajo su barbilla para sujetarlo y frótele suavemente la espalda con la otra.
Eructar permite al bebé acabar con el exceso de aire ingerido durante la toma. Algunas madres prefieren que el bebé eructe antes de cambiar de pecho, mientras que otras prefieren que lo haga al final de cada toma. Hay un par de formas de hacerlo:
Es la pregunta del millón si hablamos de lactancia materna. La verdad es que no hay una única forma de dar el pecho y es completamente normal que sienta que no lo está haciendo bien, aunque de hecho sea lo contrario. Estas son algunas señales de que va por buen camino:
Una nota final
No tema pedir consejo aunque parezca que lo está haciendo bien. Un asesor de lactancia o una enfermera de maternidad pueden acabar con sus preocupaciones más triviales o ayudarle con un reto específico, como el enganche o la postura.
Tenga en cuenta que la información proporcionada en estos artículos solo se ofrece a modo de asesoramiento general y en ningún momento debe considerarse como sustitutiva del asesoramiento médico profesional. Si usted, su familia o el bebé padecen síntomas o condiciones graves o persistentes, o si necesita asesoramiento médico específico, busque ayuda médica profesional. Philips Avent no asume responsabilidad alguna por los daños derivados del uso de la información proporcionada en este sitio Web.
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